EL MITO DE LA "PERSONA ADECUADA"
¿Estaré con la persona adecuada?, ¿habrá alguien mejor para mí o con quien sería más feliz?, ¿ estoy en el lugar correcto?
Tal vez te resulte familiar...
Tener claro qué cualidades nos gustaría que tuviera una pareja es algo muy loable y necesario. El problema surge cuando estando ya en una relación constantemente nos asaltan las dudas, generándonos sufrimiento y saboteando o tirando por la borda dicha relación. O bien, cuando bajo la premisa: "es que soy muy exigente", nadie se ajusta a ti.
No te engañes. Cuando esta dinámica se repite en el tiempo es una oportunidad excelente para hacer un poco de instrospección, ya que tras estos excesos lo que solemos encontrar son MIEDOS. Miedo a no ser feliz, miedo a comprometerse, que la relación no salga como esperábamos y terminar sufriendo de nuevo, miedo a perder tu identidad, miedo a sentirse falto de libertad. Y todo ello nos obliga a revisar partes de nosotros que parecían aseguradas, pero que al entrar en relación parece que se nos desestabilizaran.
La resistencia a abandonar las dudas e involucrarse por completo en una relación implica riesgos. Especialmente porque nos pone en una posición de vulnerabilidad y eso, nos aterra.
El mito de la "persona adecuada" nace de un exceso de glorificación del amor romántico, llevando a poner en peligro nuestras relaciones al sobrevalorar su contenido romántico. Es una manera ligth de denominar " alma gemela", "media naranja"..., más de lo mismo. La idea que esconde detrás es que ahí fuera hay alguna persona "especial" que va a salvarnos de nuestros tormentos y vacíos (sin nosotros hacer mucho) y, como por arte de magia, nos va a devolver la tan ansiada alegría y felicidad a nuestras vidas.
Este mito en realidad es una de las armas preferidas del ego para mantenernos en la búsqueda constante y en la insatisfacción.
Buscar a la persona adecuada no lleva más que a la desesperación y a la constante decepción y hemos de saber que somos especialmete vulerables a tales ideas en cuanto surgen problemas en la relación, pues hay una voz muy seductora dentro de nosotros que nos hace creer que si estuviéramos con la " persona adecuada", no existirían conflictos, desilusiones ni desavenencias.
La persona adecuada no existe, porque tampoco existe la inadecuada. Ambas son etiquetas subjetivas. Cambia el enfoque. Está la persona que sea que esté frente a ti y las lecciones perfectas que puedas aprender con él/ella por el tiempo que tú decidas.
Pero no te olvides de que el amor requiere de tu participación, por ello, asume un papel activo en vez de esperar a ver si el otro cumple tu lista de expectativas para decidir si finalmente te involucras o no.
Desenvuélvete en la relación en el ivel más alto que seas capaz, favoreciendo la creación de un contexto donde la interacción pueda darse de la manera más constructiva posible.
¡Zambúllete y da lo mejor de ti! Hasta dónde dure.
No olvides que la ayuda o el acompañamiento profesional siempre está a tu disposición para ayudarte en lo que sea que necesites.