Soy María Sordo de Pedro, Licenciada en Psicología, Especialista en Técnicas de Psicología Energética y Especialista en Bioneuroemoción®.
Me considero una apasionada del ser humano y una inconformista en el estudio de su naturaleza, razón por la cual me adentré en el campo de la Psicología. Recuerdo que las respuestas que encontraba a los retos que la vida me iba presentando no terminaban de satisfacerme; quería entender lo que realmente ocurría dentro de la mente humana. ¿Qué hace que nos sintamos de la manera en que nos sentimos, y qué nos lleva a actuar del modo en que lo hacemos? ¿Por qué escogemos ciertas dinámicas que nos generan dolor y sufrimiento, cuando en el fondo lo único que queremos es ser felices? ¿Por qué a veces nos vemos atrapados en laberintos emocionales o mentales repitiendo dinámicas bien conocidas por nosotros, pero de las cuales parece que no podamos salir? Estos eran algunos de los interrogantes que anhelaba comprender.
Comencé en este viaje hace ya tiempo y en él sigo cada día descubriendo con entusiasmo el Ser que somos.
Paralelamente, mi profesión ha estado ligada a la Danza, camino a través del cual, metafóricamente hablando, me fui enfrentando a los elixires más deseados y a los dragones más feroces. Escogí el Arte buscando la belleza como fuente de inspiración. Iba al encuentro de la libertad, la realización y la plena expansión, aunque con el tiempo entendí que aquello que buscaba fuera nada ni nadie iba a poder llenar, excepto yo misma. Estaba en el lugar idóneo para aprender grandes lecciones que me han acompañado hasta el día de hoy.
Cuestionándome comencé el proceso inverso. Esta vez el escenario que debía alumbrar estaba dentro y me pedía lo mismo: delicadeza, constancia, mimo, creatividad, y una buena dosis de disfrute.
Todo ello, junto a los desafíos que me he ido encontrando a lo largo de los años, han sido responsables de mi constante búsqueda interior, en un intento por comprender la complejidad de la psique humana. Entiendo por ello, que el proceso de autodescubrimiento, de ir más allá de los límites de uno mismo, así como de la valentía para adentrarse en los lugares más recónditos del ser humano, es un Arte…El más sincero. A veces doloroso, pero siempre, SIEMPRE, fascinante.